miércoles, 24 de octubre de 2007

Reseñas

Rseña No.1
Reseña del la crónica de un secuestro “un tercero no aguantaría” de Harold Kremer

Escritor colombiano nacido en Buga, Valle del Cauca, Colombia. Buena parte de su actividad literaria la ha dedicado a la escritura e investigación del cuento como género, en todas sus modalidades y temáticas, con énfasis en los relatos breves tanto colombianos como universales. Kremer es autor de varios libros y de numerosos ensayos alrededor del tema de la ficción breve. Es profesor de literatura en la Universidad del Valle.

Cuenta la historia de un secuestro que vivió un caleño llamado Brayan Ángel
[1]. El es dueño de de una empresa de langostinos y de una atunera en Buenaventura, el vivía junto a su familia en Cali, pero su trabajo lo obligaba a salir de la ciudad por diez o más días. Su matrimonio se estaba dañando por que su trabajo le impedía estar junto a su familia.
El trabajaba con un barco alquilado por más de un año hasta que consiguió buenos ahorros y un buen préstamo, y logro comprar sus primeros dos barcos. Ya con los dos barcos la empezó a ir mejor fue tanto que le propuso a uno de sus amigos que colocaran su propia empresa de camarones en Cali y Buenaventura. Les fue también que su negocio empezó a crecer demasiado rápido.

Un día frío, se encontraba sentado en una mesa cuando unos “tipos” vestidos de militares entraron bruscamente a la casa y preguntaron: “¿El señor Brayan Ángel?” y el respondió: “soy yo”, con la manos en la cabeza lo obligaron a abordar una camioneta, que tenia Sabas blancas por dentro que le impedía ver para donde se lo iban a llevar, todo el tiempo tubos fusiles en su cabeza. Llego un momento en que se acabo la carretera y lo pusieron a caminar en completo silencio, “no tenia ni idea por donde me habían metido esos malparidos”. Después de tanto caminar llegaron a un cambuche donde se encontraba el resto de la manada y le dieron cuatro horas para que descalzara.

Lo mantuvieron hay como por tres semanas y le dijeron que su familia no quería llegar a ningún acuerdo, pero su familia estaba desesperadamente tratando de conseguir la cantidad de dinero que habían perdido por su rescate.

Finalmente le avisaron que lo iban a liberar dentro de muy poco tiempo y así fue. Su familia finalmente pago por su rescate.

Esta crónica refleja lo que le toco vivir a una familia caleña. Y de esto puedo llegar a la conclusión que son pocas las familias a las que no les ha tocado pasarse ese trago amargo de violencia, que cambia nuestras vidas para siempre, acaba con la poquita felicidad que se ha obtenido alo largo de nuestras vidas, cuando uno se topa con la violencia, obligatoriamente le toca empezar a vivir desde cero, es botar todo lo vivido a la basura por culpa de una personas violentas.

[1] Los nombres fueron cambiados a petición de las personas involucradas
Reseña No.2

Reseña del Documental “Una emboscada en La Cruz” hecho por el canal institucional de Pasto


En este Documental intervinieron muchas personas cómo: testigos de la toma y campesinos, que estuvieron bajo la dirección de el canal Institucional que fue fundado por la universidad de Nariño, acompañada de la universidad de Mariana, actualmente lo esta manejado la alcaldía de Pasto, sin dejar de lado la intervención de los estudiantes de las universidades anteriormente nombradas.

La intención de este documental además de narrar lo que sucedió, muestra la crueldad a la que hombres desquiciados se sometieron bajo efectos de las drogas.

Todo empezó el 14 de abril alrededor de las 12 del medio día, tiraron una ráfaga de fusil al aire, ese fue el llamado. En ese momento la guerrilla empezó a entrar al casco urbano de La Cruz, todos estaban en medio del monte a las afueras del pueblo, llegaban de todos lados y su sitio de encuentro fue la Iglesia, las personas que vivían cerca de la parroquia dicen haber visto entrar a este sitio a más de un uniformado con el brazalete de las FARC.

Cada dos horas descargaban una ráfaga de fusil, esa era la señal para que cambiaran de bloque
[1]. Esta fue la razón por la cual la toma duro tanto tiempo, el personal se estaba cambiado constantemente, ellos partían del cementerio de pueblo, aquí se encontraban los jefes, y los demás escuadrones. Llegaban a la Iglesia, se equipaban de armamento y salían a combatir. Cuando ya todo acabo encontraron en el interior de la iglesia, residuos de droga y empaques de condones usados, además de haber destruido totalmente los santos y las bancas, con esto se pudo llegar a la conclusión que los guerrilleros se drogaban y salían a combatir y más de uno se quedaba disfrutando con su compañera.

La crueldad de estos hombres no termina aquí, durante toda la toma usaban los cilindros de gas para hacer bombas y tirarlos al blanco, que era la estación de policía, estos cilindros eran llenados puntillas, pólvora y dinamita, luego los colocaban en una vasija hueca, debajo de ella colocaban pólvora para que cuando esta estallara el cilindro saliera volando, pero desgraciadamente estos cilindros cayeron en las casas de los civiles, a uno les callo en la cama, a otro en de la sopa, y mas de un cilindro se quedo en los huertos de las casas. Por las calles pasaban niños de 15 y 16 años, con cilindros en sus hombros, ellos eran encargados de llevar y llenar los cilindros.

Todo guerrillero herido era fusilado por sus compañeros, dicen que esto era una de las reglas a las que ellos estaban sometidos, después de fucilarlo lo arrastraban hasta un camión que se encontraba en la carretera lo tiraban en la parte trasera del camión junto a los demás guerrilleros muertos, este camión se los llevaba para una fosa que estaba a 20 minutos de ahí, cuando llegaban a ese sitio, los desvestías y los tiraban desnudos. Con el fin de dejar con los vivos los uniformes, las botas y el armamento. La persona que fusilo al herido, entraba a las casas de las personas por baldes con agua y los demarraba sobre la sangre del difunto. Por eso al final de la toma no se encontraron rastros de victimas subversivas.

La Crueldad de estos hombres no tiene limite, que puede esperar uno cómo ciudadano de ellos, si ni siquiera se compadecen de sus compañeros, que son tratados como animales, y ni que decir de los niños, que envés de poder jugar, reír y correr tranquilamente, les toca correr, pero con miedo de que en cualquier momento una bala del adversario termine con sus vida. Esa gente no tiene respeto ni si quiera por la casa de Dios, no me cabe en la cabeza como seres tan enfermos van hacer cochinadas a la Iglesia y además de serviles de prostíbulo la terminan destruyendo, esta es la hora en la que aun se sigue reconstruyendo los daños de la casa cural y la parroquia que ellos dejaron. La vida tiene en algún momento que hacerles pagar a estos seres tan crueles el sufrimiento de cada una de sus victimas.

[1] Bloque: escuadrón de la guerrilla, formado por 100 uniformados más 20 personas que remplazaban a aquellos que daban de baja.

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